“El futuro del periodismo está en la web abierta”
Con la introducción de tecnología innovadora, los nuevos medios están ampliando los horizontes del periodismo. Un proceso enriquecedor, que conlleva no obstante grandes desafíos. ¿Cómo seguir la estela sin que el periodista tenga que convertirse en un programador? Así reza una de las preguntas fundamentales a la que trata de dar respuesta la asociación Knight-Mozilla.
La Fundación Knight lleva tiempo fomentando una información de calidad. En 2012 se unió a la Fundación Mozilla con el fin de promover la web abierta y los programas de código abierto. El resultado ha sido bautizado como OpenNews y es un intento de que el periodismo y la tecnología vayan de la mano. Para ello, Knight-Mozilla ha sentado a programadores y desarrolladores de software en las redacciones de prestigiosos medios de comunicación como el New York Times, la BBC, Guardian, Zeit Online, Spiegel Online, el Boston Globe, ProPublica y La Nación.
Steffen Leidel, capacitador y director de proyectos de DW Akademie, pudo conversar con Dan Sinker, director del proyecto Knight-Mozilla OpenNews.
DW Akademie: ¿En qué consiste exactamente OpenNews?
Dan Sinker: Nos dedicamos a construir y fortalecer la comunidad que está ayudando a reformular el periodismo digital. El núcleo de ese trabajo es un programa de cooperación a partir del cual introducimos a desarrolladores en redacciones de todo el mundo durante un periodo de diez meses, de manera que puedan experimentar de primera mano las dificultades con las que se topan y ofrecerles soluciones técnicas.
A la vez queremos impulsar la programación de herramientas periodísticas sencillas, algo que llamamos Code Sprints. También gestionamos el sitio Source, que es el verdadero corazón de toda esa comunidad y nos ayuda a documentar los avances. Y patrocinamos la puesta en marcha de ‘hack days’ en todo el planeta, unas jornadas temáticas en las que se reta a programadores a resolver problemas periodísticos.
¿Por qué consideran tan importante que programadores y periodistas trabajen juntos?
No creo que hoy en día alguien ponga en duda que el futuro del periodismo está en la web abierta. Nos encontramos en un momento en el que no es fácil tomar material de otros medios y volcarlo en la Red. Tenemos que crear contenido específico para Internet. Y tenemos que implicar en esa labor a mucha más gente. Precisamente eso es lo que intentamos hacer.
Muchos periodistas muestran bastante desinterés por el mundo digital, ¿por qué cree usted que no aprovechan la tecnología a su alcance?
Tradicionalmente, los periodistas han sido contadores de historias, investigadores y cosas por el estilo. Esperar que se conviertan de la noche a la mañana en programadores de alto rango es algo ilusorio. Estamos hablando de habilidades y áreas de conocimiento completamente diferentes. Lo que tenemos que hacer es animar a esos periodistas a que colaboren con los programadores.
Hasta ahora, han sido los desarrolladores de software quienes se han ajustado a las necesidades de los comunicadores, que iban y les decían ‘necesito que me crees tal cosa’. Pero hoy los programadores responden: ‘espera, lo que tú quieres ya no es actual. Si trabajamos juntos en lugar de que me dictes lo que tengo que hacer, puedo mostrarte las opciones que hay’.
Así que nuestro objetivo es despertar el interés de los periodistas por la cooperación y de los desarrolladores por los problemas periodísticos.
¿A qué tipo de problemas se refiere?
A varios. Al tema de los datos abiertos, por ejemplo, que fascina a muchos programadores. Liberar datos, hacerlos accesibles y extraer de ellos información es una tarea que atrae a un gran número de personas, y el periodismo es un campo excelente para llevarla a cabo. Y me refiero al mismo tiempo a cuestiones más básicas de la programación web: ¿cómo presentar la información en Internet? ¿Cómo crear una infraestructura digital que sea capaz de hacer un día X, y otro día Y?
Estos son hoy desafíos del periodismo pero su resolución ayuda a que la Red avance en general. Basta con observar ámbitos como el de los módulos para la web, especialmente en el área de la infraestructura digital. Dos de los ‘frameworks’ líderes son Django y Backbone, y ambos empiezan a aplicarse ampliamente más allá de las redacciones. Y eso tiene sus motivos, los mismos que explican el éxito de la librería de visualización Jfree. Por lo tanto, si los programadores se interesan por el periodismo, no sólo se beneficia el mundo de la información sino el digital en su conjunto.
Usted habla de crear una comunidad de programadores, ¿cómo harían los periodistas para dar con ella?
Una de las cosas que se han vuelto fundamentales a lo largo de la última década -y de manera acelerada en los últimos cinco años- es la capacidad de programadores, hackers e ingenieros de organizarse alrededor de los códigos de base. Mucho de esto ha sido posible gracias a la comunidad ‘open-source’ y a la introducción de herramientas como GitHub. Por lo tanto, se trata de grupos muy bien estructurados. Basta con acudir a ellos y decir: ‘mira esto tan interesante que estamos haciendo. Queremos que sirva de ayuda. Y también queremos que nos ayuden’.
¿Han descubierto países especialmente activos en este ámbito?
Una de las vías de acercamiento que utilizamos es patrocinar encuentros de hackers dedicados a cualquier tema periodístico. Financiamos el alquiler del local o la comida o lo que sea necesario. Uno de los lugares en los que esto ha funcionado magníficamente es Argentina, especialmente Buenos Aires. Hemos encontrado una comunidad de programadores increíble y muy activa, sobre todo en el campo del libre acceso a la información y los datos abiertos.
¿Por qué Argentina?
Yo creo que porque tiene una cultura muy vibrante de emprendimiento tecnológico. Y mucha de la gente que participa en ella viene de la época de la última crisis financiera. Sabe que los los datos son poder. Facilitar el acceso a los mismos es un factor de motivación importante. En mi opinión, ésa es la única explicación con sentido.
Nos puede poner un ejemplo de hacker integrado con éxito en una redacción…
Este año tenemos un compañero en La Nación de Buenos Aires, Manuel Aristarán. Antes trabajaba en una estación terrestre para satélites, pero siempre le habían interesado los datos abiertos, tanto que fundó un portal sobre el tema. En “La Nación” ha sido el programador principal de un sitio dedicado al censo argentino con información, mapas y ese tipo de cosas. Y en su tiempo libre ha creado una herramienta para extraer datos de documentos PDF, lo que supone un gran problema y un obstáculo para la apertura de datos gubernamental. En cuanto llegó a La Nación, empezó a dedicar más tiempo a este programa. Nosotros lo pusimos en contacto con nuestro hombre en ProPublica y con un equipo que le apoyó a sacarlo adelante, y ahora se encuentra en fase alpha. Es una aplicación llamada Tabula, y es revolucionaria.
En el tiempo transcurrido hasta el momento, ¿qué lecciones han sacado de OpenNews?
Nos estamos dando cuenta de que al tener a estos compañeros trabajando en medios de todo el mundo, y también por ser ese grupo externo interesado en resolver problemas, somos un gran puente para la colaboración entre redacciones y entre programadores y periodistas. Las redacciones son por naturaleza entidades colaborativas. Y el ámbito de los software de código abierto es también uno de colaboración. Ocultar información resulta antiético para un hacker. La gran lección que hemos extraído es que nosotros podemos ser el hilo que enlace y permita ese trabajo conjunto.
¿Planean aumentar su presencia en medios de países en desarrollo?
El primer año trabajamos exclusivamente con grandes casas de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, así como con Al Jazeera en inglés. El segundo año incluimos a “La Nación”. Y sí, y esperamos poder seguir extendiendo nuestra presencia en países en desarrollo. El secreto es que no se nos vea como desarrolladores que van por libre, sino como parte de la plantilla. Nuestros programadores son entidades internas/externas. Son más investigadores que cualquier otra cosa: indagan la cultura de las redacciones, y los resultados de ese estudio de campo influencian sus ideas y creaciones.
Muchas de las herramientas resultantes están en inglés. ¿Es el idioma un obstáculo en los países en desarrollo?
Antes lo era pero eso está cambiando. A medida que estos países empezaron a tener sus propios desarrolladores, estos comenzaron a traducir las herramientas y a propagar información. En Sudamérica, el Manual del Periodismo de Datos ha sido no sólo traducido al español, sino también localizado. Eso demuestra que cada vez hay más conciencia de que documentos de este tipo, escritos por periodistas estadounidenses y europeos, no siempre reflejan los problemas de otras partes del mundo.
¿Significa todo lo que nos cuenta que los periodistas tendrán que aprender a programar?
No. Habrá algunos que se decidan a tomar ese camino, pero es un camino largo. Lo que los periodistas han de aprender, y eso cuanto antes, es a entender el idioma de los desarrolladores. Para eso se necesita una base de conocimientos. No se trata de programar tan bien como un programador. Tampoco se espera de un programador que escriba como un periodista. Pero sí estar en condiciones de mantener un diálogo que permita trabajar en común.
Entrevista: Steffen Leidel
Traducción: Luna Bolívar